La mejor manera de enseñar colores y texturas es a través del juego y experiencias diarias.
A pesar de que nombrar los colores es una tarea sencilla en la mayoría de los adultos, es una tarea cognitiva compleja para los infantes.
Es una excelente idea el dar a los niños objetos con texturas, formas, y colores diferentes para que puedan desarrollar sus habilidades de una manera espontánea.
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